"Bajo la Lluvia, Miraré Tus Ojos"

Después de un trauma que marcó su vida con cicatrices imborrables, Juliet se encontraba al borde de un nuevo comienzo. Harta de la ciudad que la había visto sufrir, sus padres decidieron que lo mejor seria alejarse, abandonar todo lo conocido y buscar refugio en un lugar que prometiera tranquilidad. Astoria, un pequeño pueblo en la costa, fue el elegido. El aire húmedo y la constante lluvia, que pintaban el cielo de un gris apagado, parecían ofrecerle el espacio perfecto para sanar, aunque no podía evitar sentir que algo en el ambiente pesaba sobre ella.

Los recuerdos de la ciudad que dejó atrás seguían persiguiéndola, tan vivos como las cicatrices en su piel, pero allí, en este rincón apartado del mundo, sentía que podría reinventarse. Nada importaba ahora, excepto ese espacio donde las sombras no la acechaban constantemente.

La escuela en Astoria era pequeña, casi un reflejo del pueblo en el que se hallaba. El ruido y las voces familiares de sus compañeros no la acompañaban. Juliet era solo la nueva chica, la desconocida que intentaba encontrar su lugar entre las miradas curiosas de quienes la rodeaban. El ambiente era calmado, pero la sensación de ser una extraña no desaparecía. Cada paso en los pasillos, cada encuentro con alguien, le recordaba que aún no pertenecía allí.

A pesar de todo, algo en Astoria le susurraba que había más de lo que sus ojos podían ver. Los secretos del pueblo, ocultos bajo capas de rutina y silencio, se despertaban lentamente a su alrededor. Y aunque al principio creyó que solo estaba buscando escapar de lo que había sido, pronto descubriría que Astoria, con sus cielos nublados y su lluviosa quietud, era solo el comienzo de una historia mucho más compleja. Una historia que la llevaría a enfrentarse no solo con su pasado, sino con los oscuros misterios que el pueblo guardaba celosamente.