Para mi querido primer bebé
Mi amor, ¿cómo estás? ¿La abuela y papá te acompañan? Dime que no estás solo, que alguien te abraza cuando tienes frío, que alguien te canta una canción de cuna cuando llega la noche. Porque yo no estoy allí para hacerlo. Porque la vida me robó la oportunidad de sostenerte más tiempo, de verte crecer, de escuchar tu risa llenando esta casa.
Te extraño tanto que hay días en los que respirar me duele. Me arde el pecho, me pesan los brazos vacíos, esos que deberían estar rodeando tu cuerpecito. A veces, cuando cierro los ojos, aún puedo imaginar cómo se sentía tenerte en ellos, tan pequeño, tan frágil. Pero entonces los abro y el mundo sigue igual: sin ti.
Ojalá estuvieras aquí. Ojalá hubieras conocido a tus hermanos. Estoy segura de que los habrías amado con toda el alma
Hay un hueco en esta familia, una ausencia que nadie puede llenar. Cada cumpleaños es incompleto, cada Navidad es silenciosa, cada abrazo se siente como si faltara algo… como si faltaras tú.
Dime, mi amor, ¿cómo es el cielo? ¿Es cálido, es hermoso? ¿Hay flores, hay risas, hay juegos? ¿Te cuidan bien? ¿Los otros angelitos juegan contigo? ¿Papá ya está contigo? Porque él también me hace tanta falta… Cuando supo que iba a morir, lo único que lo consoló fue la idea de volver a verte. A veces lo envidio, ¿sabes? Porque él ya te abrazó, ya te vio sonreír otra vez. Mientras yo sigo aquí, con el corazón en ruinas, intentando recoger los pedazos de una vida que ya no sé cómo seguir.
Dime, mi cielo, ¿me ves desde allá? ¿Me escuchas cuando, en medio de la noche, susurro tu nombre al viento? A veces siento que hablo con fantasmas, con recuerdos que el tiempo intenta borrar, pero no puedo dejarte ir. No quiero. Porque olvidarte sería perderte otra vez, y no sé si mi corazón soportaría otra despedida.
Espero que el cielo te trate bien. Que nunca sientas frío, que nunca estés solo.
Mi amor eterno, mi pequeño bebé. Ojalá pudiera devolverte la vida… Ojalá pudieras devolverme la mía.
"Siempre habrán ángeles en el infierno y tentaciones en el paraíso."
Polos opuestos, llamados por el destino.
Zehra una mujer con cara angelical, aura de diosa, cuerpo de infarto que irradia elegancia y clase por donde quiera que vaya.
La vida de Zehra no era para nada diferente a las demás, no hasta que lo conoció a él. A un hombre sombrío, sin escrúpulos, arrogante, y narcisista. Su vida dio un giro de 360 grados, cuando después de una larga y temerosa noche se despertó en un lugar completamente desconocido para ella.
Entonces la acción inició. Su vida ya no era aburrida, porque el peligro, los problemas, y los deseos explícitos yacían parte de ella. Aquel hombre la sedujo, el se hizo adicto a ella, la hizo su sumisa, su mujer, y la reina de su gran imperio.