Cuando Alexander Ávila, de 12 años, llega al remoto pueblo de Darskey en Inglaterra, siente que algo no está bien. Su madre se ha quitado la vida, su padre, Markus, apenas le dirige la palabra, y su única fuente de consuelo es su pequeña hermana Alicia, a quien protegería a toda costa.
El edificio donde se instalan es antiguo, con pasillos demasiado largos y sombras que parecen moverse solas. Las puertas crujen como si susurraran secretos, y por las noches, Alexander jura escuchar pasos cuando nadie más está despierto.
Pronto, se entera de que Darskey esconde algo siniestro: niños han desaparecido durante décadas, sin rastro ni explicación. A medida que se adentra en la historia del pueblo y del edificio que ahora llama hogar, descubre pistas perturbadoras, figuras que acechan en la oscuridad y un mal que parece estar más cerca de lo que jamás imaginó.
Con la ayuda de nuevos amigos, Alexander debe enfrentar terrores que desafían la lógica, proteger a su hermana y desentrañar la verdad antes de que sea demasiado tarde. Pero el miedo lo consume. Las pesadillas se sienten cada vez más reales. Y lo peor es que empieza a preguntarse si podrá detener lo que acecha en Darskey... o si él será la próxima víctima.