Ivan y Till nunca imaginaron lo profundo que llegarían a marcarse el uno al otro. Desde aquel día bajo la lluvia, cuando Ivan le ofreció su ayuda, Till encontró en él el único refugio en un mundo que lo había maltratado demasiado. Sin embargo, lo que comenzó como un lazo de amistad y salvación se transformó en una conexión peligrosa, donde el amor, la obsesión y el miedo al abandono se mezclaron de manera fatal.
Cuando Ivan, en un intento de encontrarse a sí mismo, decide alejarse, Till pierde el control. Su amor se convierte en desesperación, su necesidad en locura. Y cuando el destino los enfrenta en su momento más oscuro, la tragedia se convierte en la única salida.
Un vínculo que salva y destruye, la delgada línea entre el amor y la obsesión... y hasta dónde se puede llegar por miedo a perder a la única persona que realmente te importa.
(Parece triste pero tendrá un final feliz...)
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.