El Clan Medō vivió por generaciones en las sombras de Konoha, con un dōjutsu tan letal que pocos se atrevían a hablar de él. Pero para Orochimaru, su poder no era un tabú, sino una oportunidad. Durante meses estudió sus habilidades, su linaje, y esperó el momento perfecto para atacar.
____, la última heredera del clan, jamás imaginó que su vida cambiaría en una sola noche. De ser una genin más en la aldea, con un equipo y un futuro en Konoha, pasó a convertirse en la prisionera de Orochimaru, el sujeto de su interés, su experimento... y, con el tiempo, su obsesión.
Su relación es un juego peligroso de manipulación, deseo y poder. Entre la sumisión y la rebeldía, entre el odio y una atracción que no puede comprender, ____ se enfrenta a una única pregunta: ¿logrará escapar del hombre que la atrapó... o terminará rindiéndose a él?