-¿En qué momento se torció todo?¿Qué fue lo que hizo que lo aceptaras de nuevo en tu vida después de todo lo que hizo? -preguntó con rabia en sus palabras.
Sabía que trataba de tocar mi fibra sensible, tratando de rasgar las cicatrices que aún llevaban la marca de Gin, la marca de un hombre que había sido el peor error de mi vida y que, sin embargo, seguía teniendo una influencia que ni yo misma podía entender completamente.
Pero sus preguntas me dejaron pensando un momento e intenté recordar en mi mente cual fue el instante en que empezó a torcerse todo. ¿Cuándo nos conocimos? ¿En el momento en que disparó a Akemi? ¿O el momento en el que empezamos a pensar en traicionar la organización? No lo recordaba bien, solo se me venía a la cabeza aquella tarde en aquel callejón de Tokio en el que me encontré con su mirada fría y su beretta apoyada en la frente. Recordaba su sonrisa fría y la sensación de adrenalina recorrer cada vaso sanguíneo de mi cuerpo.