No pedí nacer, ni este cruel destino, no elegí ser sombra, ni andar sin camino. ¿Por qué, oh padre, me dejas caer? ¿Por qué en la bruma me haces perecer? Grité tu nombre en la noche callada, pero el eco volvió con la voz apagada. ¿Acaso soy invierno, frío y mortal, arrasando todo en su curso final? Si así lo quisiste, si así ha de ser, seré la tormenta, seré el no volver. Pero aún en la nieve, aún en la herida, late en mi pecho un rastro de vida. oc x rwbyAll Rights Reserved