La familia Hwang y la familia Seong han sido rivales durante años. Incluso antes de que nacieran sus hijos.
En la familia Hwang, el hijo mayor: Hwang In-ho, creció en un entorno lleno violencia. Para Jun-ho, el hijo menor, no fue la excepción. Sus padres les enseñaron a odiar a la familia Seong. Pero... ¿Será posible mantener ese odio?.
En la familia Seong, el hijo mayor: Seong Gi-hun, creció siendo una persona muy dulce y amable con quien lo respetaba. Su madre le enseñó a ser siempre gentil, pero, su padre, no quería que su hijo fuera débil así que, él le enseñó a ser cruel y despiadado, forjando así a un hombre lindo y cruel. Por otro lado, Gong Yoo, el hijo menor, creció de la misma manera pero, él era más lindo que cruel, siendo así que lograban engañarlo más facíl. A ambos también les inculcaron el odio hacia la familia Hwang.
En un giro inesperado, los hijos se conocen, dando como resultado una inexplicable atracción.
¿Se dejarán guiar por el odio o... Por el amor?
Luego de los acontecimientos que llevaron a la muerte de Jung-bae. Gi-hun es llevado a una habitación, un sitio desconocido para él, donde surgen revelaciones que lo llevan a descubrir quién era aquel hombre enmascarado y por qué lo había dejado vivo, teniendo la oportunidad de matarlo en ese momento.
Mientras tanto, In-ho, oculto tras la máscara, lucha con los sentimientos apasionados que ha desarrollado hacia Gi-hun desde el instante en que su mirada de confianza cruzó con la suya. Esa conexión lo hizo sentir extraño. ¿Estaba enamorado? No lo aceptaba, pero algo dentro de él, más allá de sus pensamientos y emociones, le indicaba que no quería que Gi-hun se marchara.
Y lo tendría para sí, aunque tuviera que romper las reglas del juego.