Su mandíbula estaba tensa, su cuerpo en completa alerta.
Por primera vez, vi en él no solo a un samurái, sino a un guerrero en su estado más puro.
-No te muevas -murmuró, su voz apenas un susurro grave contra mi oído.
Mi estómago se contrajo.
No porque tuviera miedo.
No porque no confiara en él.
Sino porque la sensación de su aliento contra mi piel envió un escalofrío involuntario por mi columna.
En la majestuosa corte del shōgun, Kimura Akiko, una botánica con conocimientos en varias areas, es llamada a resolver enigmas sobre veneno y enfermedades. Su inteligencia despierta sospechas y admiración por igual, pero nadie la observa con más intensidad que Takeda Haru, el samurái encargado de escoltarla.
Él vive por el deber. Ella por la verdad.
Un romance sutil, tenso y adictivo en el Japón feudal, donde cada mirada es una batalla y cada secreto un peligro.
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca.
-¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen.
-Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita un guardia sin dejar de perseguirme...
-¡No! Yo pertenezco a mi ciudad, con mis padres... -cuando estoy por llegar a la salida veo a dos chicos.
Practicando con espadas...
-¡Sky! ¡Atrápala! -grita Rick...
Uno de los chicos desvía su mirada y nuestros ojos se conectan
Sus ojos dorados me miran fijamente...
Revolotea despreocupado su cabello rubio, pero luego...
Se da cuenta de lo que sucede y me apunta con su espada
Yo me detengo inmediatamente...