
Entonces solo entonces, si aún quieres y todavía no te asusta la aventura, deja tender mi mano, - ¿Quieres? - preguntare con el corazón fuera del pecho, enamórate de mi, como lo hiciste un día de la aventura misma, pasea de mi mano, y no la sueltes porque yo nunca la he soltado.All Rights Reserved