Xaiden nunca imaginó cuánto podía cambiar su vida al mudarse a Canadá con su padre. Dejando atrás su hogar, su idioma y la calidez de lo familiar, se enfrenta a un invierno que parece eterno, tanto en el clima como en su rutina. Entre calles cubiertas de nieve, madrugadas heladas y el vapor de su respiración marcando cada paso, aprende a convivir con el frío no solo del ambiente, sino también de los desafíos que trae su nueva vida.
Con una condición de salud que lo obliga a ser más cuidadoso de lo que quisiera, y un padre que, aunque estricto, solo quiere protegerlo, Xaiden se debate entre la necesidad de independencia y las limitaciones que su cuerpo le impone. La nieve es su aliada y su enemiga: lo maravilla con su belleza, pero también lo obliga a enfrentarse a sus propias vulnerabilidades.
A través de tardes de chocolate caliente, peleas por medicamentos olvidados y caminatas en la nieve donde el silencio lo dice todo, Xaiden va descubriendo que el invierno no es solo una estación, sino un reflejo de los cambios que ocurren dentro de él. Porque, al final, aprender a vivir en la nieve no es solo cuestión de adaptación, sino de aceptar lo que no puede cambiar y encontrar calidez en los pequeños momentos.
Kate, una chica quien ama leer libros, vive en Miami y por culpa del poco dinero que le pagan a su madre que es enfermera, se tiene que ir a California para seguir con su sueño de ser escritora. Allí conoce a su padre y al amor de su vida. Pero él es muy diferente a ella. Las cosas se complicarán con el tiempo que pase Kate en California sin su madre...