Es difícil dejar un pasado, ya sea uno alegre, pleno, trágico o delictivo... o un pasado lleno de culpa.
Uno no puede ignorar esos eventos que han llevado a acciones acertadas o cuestionables en las historias de todos, y eso se convierte en traumas que cada uno llevará incluso después de su deceso.
Es complicado desprenderse de una parte despreciable que arraiga profundamente en uno, y no los hace culpables de eso, nada más les recuerda que aún son seres imperfectos.
Sin embargo, por la disposición, la determinación y el esfuerzo del cambio son los que redimen esas almas arrepentidas gracias al resentimiento.
Esta novela literaria se centrará en lo emocional, en lo sentimental e incluso filosófico. De cómo incluso los sentimientos encontrados a través del transcurso de la historia se vuelven impedimentos que ciegan, son estímulos que ocultan los lados más perturbadores de uno mismo.
Oliver y Allen toman la decisión de escapar del internado y la vida a la que fueron sometidos, emprendiendo así un largo viaje sin retorno. No obstante, su destino comienza a torcerse, se presentan preguntas sin respuestas, inquietudes y sombras de la vida anteriormente abandonadas. La amistad es puesta a prueba, seguido de su estabilidad emocional.
No son las circunstancias culpables, son solo el detonante. ¿Qué lleva al ser humano hasta su punto más bajo? Acaso, ¿pueden romperte o ya estás roto? Sueñan constantemente con algo: libertad.