CARTAS DE AMOR.
Las culturas europeas y norteamericanas son conscientes del abismo en que está la humanidad y han decidido que sus hijos deben tomar otro rumbo y ven que el romanticismo y el amor sano e idealista hace transformar al ser humano y es la única salida para cambiar la humanidad. El ser humano quiere enamorarse y ser romántico pero le es muy difícil porque el medio y su crianza no le permitieron aprenderlo.
Todos tenemos ideas, argumentos e inclusive prejuicios sobre la guerra / violencia que afecta a nuestro país Colombia. Sin embargo pocas veces tomamos el tiempo para reflexionar sobre el origen de estas ideas y mucho menos, el efecto que tienen sobre nuestra cotidianidad. Parte de lo que esperamos hacer, es poder reflexionar sistemáticamente sobre lo que escuchamos, pensamos y sentimos sobre la guerra en que vive actualmente nuestro país, y poder entender un poco más la forma en que afecta las relaciones que tenemos a diario, y la vida que a través de estas relaciones construimos permanentemente.
Como un comienzo a esta reflexión y a la auto-observación vemos que lo que siempre sobresale es la dureza y a los sentimientos nobles los rechazamos en toda su intensidad no porque no sean buenos sino porque tal vez tememos más a ser sensibles ante ellos. Cuanto no ayudaría a este conflicto el solo hecho de abrirnos y poder dar cabida a sentimientos nobles como los que alberga el alma y el corazón.
Para ayudar a que esto sea una realidad me permito compartir algunas cartas de amor, dentro de una filosofía de respeto a la familia, la sociedad y los valores morales y religiosos.
Un aporte a este mundo tan convulsionado.
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.