En otra vida

Dos enemigas unidas por una maldición en común que sobrevive a través de los siglos. Dos personas destinadas a encontrarse y morir en cada vida hasta que se rompa, de eso va la maldición, ¿verdad?

(...)

Si me preguntan, diría que nuestro encuentro fue casualidad, simple coincidencia. Otros quizás dijeran destino y yo hubiera sonreído con cierta ironía, ahora no podría evitar pensar que era cierto. El destino nos unió, el problema era que nosotras estábamos destinadas a destruirnos.