Siempre fuiste tú

Beatriz Asnold, una adolescente locamente enamorada de Caleb, un chico al que conoció hace sólo un año pero que ella cree que es el amor de su vida. De lo que ella no se da cuenta es que se está perdiendo y no sabe ni quién es ella misma.

Pero lo que no sabe es que todo eso cambiará en cuanto entre por la puerta de esa preciosa biblioteca donde se podría pasar horas y horas sentada frente a un libro sin aburrirse, sin dejar de leerlo, sin dejar de enamorarse cada vez más de los personajes.

Ryan Foster, un chico en su segundo año de universidad. Perdido locamente por su deporte favorito, el rugby.

Todo el mundo lo trata como un simple chico con el que jugar con sus sentimientos pero lo que no saben es que por dentro es mucho más que eso, por dentro es un chico dulce, único, amable, cariñoso y carismático. Pero no lo saben apreciar, así que se deja ver como si fuera un chico misterioso y sexi.

Lo que los dos no saben es que su camino se cruzará antes de lo esperado...