Dejémoslo En Palabras

A veces, es más fácil escribir que hablar. Hay momentos en los que las palabras en voz alta se enredan, tiemblan, o se quiebran antes de salir, pero en la tinta... en la tinta no fallan. Aquí no hay miedo de traición por la voz, no hay espacio para el titubeo. Al escribir, uno puede perderse en las metáforas, envolverse en ellas, y decir lo que siente sin tener que enfrentar la crudeza del momento.

Escribir te permite ser honesto sin el temor de que tus emociones te dominen. Puedes escribir pensando en alguien o en algo, y cuando lo leas, volverás a ese instante, recordarás a esa persona. No tienes que decirlo todo directamente, no tienes que exponer tu fragilidad si no lo quieres. Al escribir, tienes la libertad de ser sincero sin mostrarte completamente. Es un acto de liberación, un refugio. Aquí no hay ruptura, solo la verdad escrita, esperando ser descubierta.

Es por eso que escribo, para decir lo que mi voz no se atreve. Para ser libre, a mi manera.