La corte de los humanos permanecía por encima de la cadena alimenticia, habían derribado a las criaturas mitológicas que algún día creyeron que eran solamente leyendas y se posicionaron en lo más alto. Mi padre, Loar Rosefell, comandaba la corte con una mirada sádica y sanguinaria contra aquellos que no respetarán el límite de su territorio. El pacto de Loveria había dividido las cortes y se prohibía matarse entre vampiros, hombres lobos, brujas y humanos a menos que estos mediarán los límites del otro. Aunque en la letra pequeña del pacto unía a un mágico con un humano; específicamente el primogénito de la realeza en sagrado matrimonio cada siglo para equilibrar la naturaleza. O, eso decían. Porque lo poco que se sabía de esos matrimonios era que terminaban en una muerte lenta y dolorosa de alguna de las partes. Este año se cumplía el siglo y mi hermana no tenía opción antes de que llegará la fiesta del amor y que esa arena de batalla no ne consumiera por completa.All Rights Reserved
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