
Noah parpadea, desconcertado, sosteniendo una varita y con el cabello rubio cayéndole sobre los hombros. La túnica de mago y el reflejo en la ventana no dejan lugar a dudas: es Luna Lovegood. Y está en Hogwarts. A unos pasillos de distancia, Abel observa su reflejo en el espejo con una calma peligrosa. Ser Draco Malfoy podría tener sus ventajas -es guapo, rico y tiene esa mirada arrogante, casi tan parecida a la de él-, pero la idea de enfrentarse a Potter cada dos días no suena tan atractiva. Las cosas se complican aún más cuando, sólo ellos pueden ver, una ventana de estado llamada "Creadores del Destino". Según el enunciado dorado en pantalla, fueron elegidos para arreglar el destino de algunos personajes que los lectores nunca aprobaron. Y lo peor: hay comentarios en vivo de personas que parecen estar viendo todo. -¿Por qué alguien comentó "vivan los enemies to lovers" cuando hablaste con Potter? -pregunto Noah, divertido. -Ignóralos -murmura Abel, apretando la mandíbula. -Claro, señor "personalidad". Este 'sistema', además de ser molesto, tiene opciones que los ayudarán, como la "Tienda de Escenarios Imprevistos". -Oye, mira, podríamos gastar los puntos en algo útil, como volver a nuestras apariencias originales -sugirió Abel, con tono serio. -O podríamos desbloquear un romance con alguna chica malvada - Opto Noah, con una sonrisa traviesa. -Me rehúso a morir por culpa de tu estupidez. -Aburrido. Abel, con su actitud reservada y protectora, no tarda en atraer miradas peligrosas -y unas cuantas admiradoras-. Mientras tanto, Noah, con su personalidad desmadrosa y comentarios sarcásticos, solo empeora las cosas, metiéndose en problemas a cada paso. Juntos, son una receta para el caos. Entre hechizos que salen mal, un sistema que los odia, misiones suicidas y los malditos comentarios que parecen obsesionados con los ships, ambos tendrán que encontrar la forma de completar la historia sin morir en el intento.Все права сохранены
1 часть