Código Rojo: El Comienzo de la Guerra

El sonido de la lluvia golpeaba el techo de la habitación. observaba a mi hija, que trenzaba su cabello sentada sobre las sábanas, esperando la historia que le había prometido.
-Ma, ¿de qué era lo que me ibas a contar? -preguntó la niña de catorce con curiosidad.
exhale lentamente. Había cosas que una madre nunca podría contarle a su hija, pero algunas historias no se podían quedar en el pasado.
-Cuando tenía tu edad, todo parecía normal. Hasta que, un día, el mundo dejó de serlo... Todo comenzó en la escuela.
El día había transcurrido como cualquier otro. Estaba en clase de biología cuando las luces parpadearon y una voz distorsionada sonó en los altavoces.
"Código rojo. Código rojo. Todos los alumnos deben permanecer en sus aulas y seguir las instrucciones de sus tutores."
Los murmullos crecieron en la sala. Algunos chicos sacaron sus teléfonos empezando a grabar, otros buscando respuestas, pero no había señales de lo que estaba pasando. Miré a Sebas, uno de mis amigos más cercanos, que estaba sentado enfrente de mí.
-Esto no es un simulacro, ¿verdad? -susurró él.
Me encogí de hombros pensando que era otro simulacro de rutina.
-Es otro simulacro de rutina- le dije para que se tranquilizara.
Antes de que pudiera responder, un estruendo sacudió el edificio. Un grito atravesó los pasillos. Luego, disparos.
La profesora se apresuró a cerrar la puerta con llave y nos hizo una seña para que nos escondiéramos en un rincón del aula. Sentí cómo mi respiración se acelera. Algo muy malo estaba pasando.
El silencio fue interrumpido por el eco de pisadas pesadas acercándose por el pasillo. Luego, una voz fría y desconocida:
-Aseguren el área. No dejen que nadie escape.
Mire a Sebastián con desconcierto en los ojos.
-Atenea... Tenemos que salir de aquí.