nada es para siempre

Había un adolescente que nunca podía salir de su casa. Las estrictas reglas de su madre lo mantenían atrapado, y cada vez que pedía más libertad, la respuesta siempre era un rotundo no. Se sentía frustrado, observando cómo otros chicos disfrutaban de la vida, explorando el mundo mientras él se quedaba en un lugar donde sentía que el tiempo pasaba sin que él pudiera aprovecharlo. Esa sensación de no estar viviendo como quería lo quemaba por dentro.

Por otro lado, había otro adolescente que tenía miedo de crecer. Le aterraban las responsabilidades y todo lo que implicaba la vida adulta. Sentía una gran presión por tener éxito, pero no veía una forma de alcanzarlo. y todo le parecía vacío. Quería quedarse en la etapa juvenil, sin tener que enfrentarse a los retos del mundo exterior. Aunque sabía que no podía evitarlo, temía el día en que tuviera que enfrentar la adultez.