Cada día, cada semana, todo el año, recibo cartas de esa dulce y misteriosa chica.
Una semana me doy para buscarla y por fin saber quien me dedica parte de su tiempo cada día.
Siempre que siento demasiado o amo a alguien con demasiada fuerza, cuando algo duele de más, o me hace feliz para variar, siempre le escribo una carta.