Tras otro abominable verano con los Dursley, Harry se dispone a iniciar el
cuarto curso en Hogwarts, la famosa escuela de magia y hechicería. A sus
catorce años, a Harry le gustaría ser un joven mago como los demás y
dedicarse a aprender nuevos sortilegios, encontrarse con sus amigos Ron y
Hermione y asistir con ellos a los Mundiales de quidditch. Sin embargo, al
llegar al colegio le espera una gran sorpresa que lo obligará a enfrentarse a
los desafíos más temibles de toda su vida. Si logra superarlos, habrá
demostrado que ya no es un niño y que está preparado para vivir las nuevas
y emocionantes experiencias que el futuro le depara.