
El sudor resbalaba por su espalda mientras se movían con la música, los cuerpos pegados en un espacio demasiado pequeño, el aliento caliente de Jisung contra su cuello. Minho cerró los ojos, aferrándose al momento con una mezcla de deseo y culpa. Esto está mal. Pero cuando Jisung inclinó el rostro y dejó un beso ardiente en su piel, Minho supo que ya no había vuelta atrás.All Rights Reserved
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