Trílogia: Delirios prohibidos [Libro 1]
Eris Duval ha vivido toda su vida atrapada en una jaula de oro. Hija del presidente de Francia y capitana del ejército, su destino nunca le perteneció. Como pieza clave en los juegos de poder de su padre, el hombre más corrupto del país y líder oculto de la mafia más peligrosa de Europa, fue vendida en un matrimonio arreglado al jefe de la Bratva, Vladislav Chernov. Poder, dinero e influencia... un pacto sellado con sangre y mentiras.
Pero ni los diamantes, ni los palacios, ni los secretos susurrados en la oscuridad pueden llenar el vacío que crece en su pecho. Vladislav no la toca, no la desea, no la ve como mujer. Solo como símbolo. Como trofeo.
Pero todo cambia con la llegada de Nolan Rinaldi.
El nuevo socio de su padre. Capo de la mafia italiana. Un hombre tan imponente como despiadado, con un pasado tatuado en la piel y una mirada que incendia todo a su paso. Egocéntrico, arrogante, hermoso. Desde el primer cruce de miradas, Nolan despierta en Eris todo lo que llevaba años enterrado: deseo, furia, hambre... libertad. Él no puede tenerla. No debe tocarla. Pero la desea con una intensidad enfermiza. La venera en secreto, la observa en la sombra, la convierte en su diosa prohibida.
En un mundo de traiciones, violencia y máscaras, amar a Nolan es una sentencia de muerte. Pero no amarle... es una tortura aún peor.
Porque a veces, el pecado más dulce... es el que está prohibido.
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⚠️ Contenido +21
Ella es diferente. Sencilla, pero llena de sueños. Un alma libre con un toque de bruja que la hace ver más allá de lo evidente. Fantasear es su refugio, su escape. Pero esta vez, quizá haya soñado demasiado.
Él aparece como un susurro en la noche, un rugido de motor que acecha en la oscuridad. No es solo un hombre, no es solo un peligro. Es la sombra que rompe sus esquemas, el demonio hecho carne y hueso. La obsesión que crece en los rincones más oscuros de la mente.
Ella no lo espera. No lo reconoce. No sabe quién es, ni qué está por venir. Pero él sí lo sabe.
Y ella... es solamente suya.