Tú cantante y yo bailarina.
Mi sueño siempre fue ser bailarina. De pequeña siempre iba con mi familia a ver el cascanueces al teatro y ver los vestuarios y los bailes era algo que me encantaba, ver cómo representaban una historia tan única y especial era un sentimiento único.
Así que entenderán mi emoción cuando me enteré que al cumplir 5 años mi mamá me iba a meter a clases de ballet, bueno en si a una academia que daba más clases pero mi interés principal era el ballet.
Otra de mis inspiraciones para incursionar en este mundo era mi hermana mayor Danielle, ella amaba bailar y yo amaba verla. Compartimos un mismo sueño, ir a la academia de ballet Royal Ballet School, era una escuela de mucho prestigio y que solo aceptaban a 30 alumnos por semestre, pero bueno ya me estoy adelantando mucho.
-1999-
Es 1999, el año en el que voy a entrar a la academia de ballet y mi sueño se empieza a hacer realidad, en esa escuela conocería a la que hoy en día considero mi mejor amiga, Hannah una chica rubia de tez blanca con ojos grises. Su cabello despeinado y su sonrisa genuina me dicen que viviré las mejores experiencias a su lado.
Sus padres, una pareja fina y recatada, casi casi de la realeza, no nos permitían divertirnos a nuestra manera. Es por eso que Hannah prefería pasar HORAAASS en mi casa, antes que ir a la suya, no me malentiendas sus papás no son malas personas, solo que no saben lidiar con niños. Son personas tan frías que parecen momias. Hannah proviene de un linaje tan pero tan fino que es casi pariente de la familia real, esta información nunca fue confirmada, solo eran cosas que decían sus papás para ser más interesantes y creerse superior a los demás.
Hannah, Danielle y yo ahora teníamos un mismo objetivo, llegar a la Royal Ballet School y salir vivas de ahí, era un lugar TAN exigente que debíamos esforzarnos al máximo para conseguir entrar.