Sakura Haruno fue abandonada por sus padres en una iglesia cuando tenía seis años. Criada por monjas en un ambiente de fe y sacrificio, dedicó su vida a servir a los demás, encontrando en la medicina una forma de aliviar el sufrimiento ajeno. A los 23 años, es una mujer devota, respetada por su comunidad y resignada a la tranquilidad de su rutina en la iglesia.
Sin embargo, su vida da un giro inesperado cuando una noche, mientras inspecciona el establo de la iglesia, encuentra a un hombre gravemente herido, oculto entre las sombras. Su cuerpo está cubierto de cicatrices y su ojo izquierdo, cubierto por un protector, parece esconder secretos tan profundos como su alma. Se llama Kakashi Hatake, un joven soldado de 25 años, que huía de otros solados enemigos.
Sakura no duda en ayudarlo, desoyendo las normas de la iglesia y arriesgando su propia seguridad. A medida que pasan los días y cuida sus heridas en secreto, la conexión entre ambos se vuelve innegable. Kakashi, endurecido por el combate y acostumbrado a la soledad, encuentra en Sakura una luz que lo atormenta y al mismo tiempo lo atrae irremediablemente.
Lo que comienza como una simple acción de caridad se convierte en una lucha interna para Sakura: entre su fe y el deseo, entre la vida que siempre ha conocido y el hombre que despierta en ella un fuego desconocido. Pero cuando el peligro que acecha a Kakashi se acerca demasiado, ella deberá tomar una decisión que cambiará su destino para siempre.
En un mundo donde la guerra deja cicatrices imborrables y la pasión se convierte en pecado, ¿será el amor su salvación o su condena?
No todo es lo que parece ser.
A veces el alma solo sabe doler.
Hay verdades que no se pueden ver.
Detrás de una sonrisa puede haber mucho por entender.
El dolor no siempre se deja conocer.
Las heridas más hondas no suelen ceder.
Sasuke creció bajo los gritos y golpes de un padre que lo veía como un fracaso. Sakura vivía entre exigencias imposibles, insultos y la constante presión de ser perfecta para ganarse el amor de sus padres. Naruto no solo fue rechazado por toda la aldea, sino que fue maltratado en secreto por quienes debían protegerlo, incluido el propio Hokage. Y Kakashi, marcado desde joven por la guerra y la pérdida, fue arrastrado al ANBU y usado como herramienta, mientras todos lo señalaban como un asesino sin corazón.