Que jueguen con tus sentimientos duele, arde, lastima y envenena hasta el corazón más puro y noble, asesina a la inocencia y cuestionas el hecho de que quizás el problema seas tú.
Cuando el desamor destruye todas tus ilusiones decides no volver a creer en nadie más, incluso piensas que el amor es algo muy vergonzoso.
Olivia Harper, una reconocida booktoker, decidió abandonar la ciudad donde había vivido toda su vida para empezar de cero y escapar de sus propios demonios.
Al principio, todo parecía marchar bien: conoció a un chico en la universidad que pronto se convirtió en su compañero más fiel, y su carrera como creadora de contenido comenzaba a tomar más fuerza.
Todo lo que ella pudo haber soñado se estaba volviendo realidad.
¿Pero que pasa cuando conoces a la persona equivocada en el momento más glorificante de tu vida?
Una persona ruin y nefasta jugó con sus sentimientos, recordándole una vez más que nunca sería la primera opción para alguien.
Lo que alguna vez fue una chica soñadora, que creía en los romances dignos de un libro, empezó a desvanecerse entre las páginas de su propia desilusión.
Louis Warner, un estudiante de artes frustrado con la vida, ha perdido la motivación para plasmar emociones en sus pinturas. A pesar de su propio vacío, intenta ayudar a Liv, quien atraviesa un mal momento; sin embargo, ella rechaza su apoyo, por su incapacidad de confiar nuevamente en los hombres.
El destino jugó sus cartas y, por casualidad o ironía, una materia electiva los volvió a reunir.
Louis no podía creer que aquella chica, la misma que una vez lo apartó sin explicación, estuviera ahora frente a él.
Olivia, por su parte, fingió indiferencia, aunque su corazón latía con la misma intensidad que el día en que perdió todo.
Ninguno lo admitía, pero la historia entre ellos aún no había terminado.
¿Será Louis la persona que logre que Olivia vuelva a confiar en el amor y rompa la maldición de los segundos platos