
Al fin llegaste tú para mecer en tus brazos el cadáver de mi alma con la sonrisa de una muerta, para decirme que la muerta habla para hacer el amor en la ceniza. Al fin apareciste en medio del más puro, vacío donde no quedaban ya ni nombres ni palabras, ni siquiera mi recuerdo en el mundo, en mí mismo: al fin llegaste tú como un recuerdo.All Rights Reserved