Chloe lo tiene todo claro: su novio Mateo es perfecto, sus amigas son intensas pero leales y, en teoría, los amigos de su novio deberían ser también los suyos. El problema tiene nombre y apellido: Daniela García. Sarcástica, rebelde, demasiado segura de sí misma y con esa manía de burlarse de todo lo que Chloe hace o dice. Para Chloe, Daniela es sinónimo de odio instantáneo... o al menos eso cree.
Porque entre cada broma pesada, cada guiño descarado y cada choque de personalidades, Chloe empieza a sentir que lo que la irrita no es exactamente Daniela, sino la forma en que la hace sentir. Y cuando descubre que detrás de esa sonrisa burlona hay alguien mucho más complejo de lo que imaginaba, su mundo se pondrá patas arriba.
Entre celos, risas, secretos familiares y planes que siempre terminan mal, Chloe aprenderá que del odio al amor hay un paso... y que, a veces, el verdadero romance aparece donde menos lo esperas.
Desde su primer año en Slytherin, Theodore y Camille compartieron más que una casa: la misma astucia, el mismo carácter frío y una ambición que los mantenía entre los mejores estudiantes de Hogwarts. Se entendían sin palabras, se protegían con lealtad y, aun así, siempre fueron solo amigos.
Hasta que un día, cuando ambos se enteran que todos en su grupo de amigos pensaban que ellos serían la pareja perfecta, comienza a sembrarse una duda que ninguno de los dos pudo sacudirse.
Porque a veces basta una sola insinuación para que todo lo conocido se tambalee. Y entonces surge la pregunta inevitable: ¿de verdad siempre fueron solo amigos?