
Hay amores que sanan. Y hay otros que arden lento, que se incrustan en la carne, que dejan marcas invisibles donde antes sólo había vacío. Este libro no habla de amores correctos. Habla de aquellos vínculos que se forman en el silencio compartido, en las miradas prolongadas demasiado tiempo, en las promesas nunca dichas pero cumplidas con el cuerpo. Relaciones donde el deseo no distingue entre afecto y dominio, donde lo prohibido deja de parecer un límite y se convierte en una invitación. Aquí, cada historia es un descenso suave y embriagador hacia la oscuridad de lo que no debería sentirse, pero se siente igual. Relaciones en las que el amor se confunde con la necesidad, la ternura se retuerce en celos tácitos, y la intimidad florece en lo tóxico, en lo crudo, en lo intensamente humano. Porque hay algo adictivo en ser mirado como si uno fuera todo, incluso cuando eso significa perderse por completo.All Rights Reserved
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