Cuando Hermione Granger acepta una invitación de intercambio académico a la enigmática Escuela de Magia Duarte, en República Dominicana, no imagina que su mundo -tan ordenado y lógico- será trastocado por una melodía que parece hechizar el alma.
Allí conoce a Terry Riddle, hermana menor del infame Lord Voldemort, una joven bruja que desafía todo lo que Hermione creía saber sobre la magia... y sobre sí misma.
Campeona de Quidditch, poderosa sin esfuerzo, y la única bruja capaz de conjurar hechizos a través de la música, Terry es un misterio encantador, una tormenta de talento y contradicción. Bajo el sol del Caribe, entre clases, bailes y peligros ocultos, nace un vínculo inesperado... pero ¿puede una Riddle ser digna de confianza?
Mientras antiguos secretos salen a la luz y la música se convierte en el hilo entre dos corazones, Hermione deberá elegir entre la razón... y la canción que la guía directo al alma de Terry.
Las vacaciones de verano en la mansión Price todavía no han acabado y Bella se encuentra más inquieta que nunca. Apenas ha tenido noticias de Harry Potter (de quien está enamorada desde hacía cinco años y quien es su mejor amigo), Ron Weasley y Hermione Granger, y presiente que algo extraño está sucediendo en Hogwarts. En efecto, cuando por fin comienza otro curso en el famoso Colegio de Magia y Hechicería, sus temores se vuelven realidad. El Ministerio de Magia niega que Voldemort haya regresado y ha iniciado una campaña de desprestigio contra Harry y Dumbledore, para lo cual ha asignado a la horrible profesora Dolores Umbridge la tarea de vigilar todos sus movimientos. Así pues, además de sentirse sola e incomprendida, Bella sospecha que Voldemort puede adivinar sus pensamientos y los de Harry, e intuye que el temible mago trata de apoderarse de un objeto secreto que le permitiría recuperar su poder destructivo.