Lena Rivers, lleva una vida tranquila en un instituto donde su invisibilidad es su mejor defensa. Buena chica, responsable y reservada, nunca busca ser el centro de atención, pero siempre acaba siendo una espectadora en su propia vida. Su mundo es pequeño, pero está bajo control, hasta que Kai Steele llega a su instituto.
Kai es el chico de mala reputación. No solo tiene un pasado complicado, sino que lo lleva a todas partes: en su mirada desafiante, en las cicatrices de sus manos, en la forma en que camina por los pasillos como si no temiera a nada ni a nadie. Proviene de una familia disfuncional, y aunque el instituto entero sabe que es peligroso, él se mantiene a raya. Al menos hasta que conoce a Lena, una chica que pasa desapercibida, pero que por alguna razón, logra despertar algo en él.
El choque entre dos mundos tan distintos es inevitable. Ella, la buena chica que nunca destaca, y él, el chico de las peleas y los problemas, se verán arrastrados hacia una atracción innegable, pero peligrosa. Aunque ambos saben que no deberían acercarse, el fuego entre ellos no puede apagarse.
¿Puede una chica tranquila sobrevivir al caos que Kai trae consigo? Y, por otro lado, ¿será posible que el chico más problemático del instituto aprenda a dejar de huir de lo que realmente necesita?
Jelancy Verlain lo tiene todo: belleza, popularidad y una vida perfecta a los ojos de todos. Es la reina de la preparatoria, la que dicta las reglas junto a su grupo de amigas y la que todas las chicas envidian... o temen. Con un novio futbolista y un futuro brillante, nada parece poder romper su mundo.
Elowen Rhaeven, en cambio, es todo lo opuesto. Criada en un barrio bajo, vive sin reglas, sin límites y sin miedo a meterse en problemas. Peleas callejeras, noches interminables con su mejor amigo Ryan y una vida al filo del desastre. Trabaja en un bar, donde el destino la cruza con Jelancy, la última persona con la que imaginaría tener algo en común.
¿Podrán desafiar al destino o terminarán destruyéndose?