
Me quedé con las manos llenas de amor y los ojos vacíos de respuestas. Ni una llamada. Ni una disculpa. Solo palabras escritas en una pantalla que no temblaron al romperme. Y aunque quise odiarte, solo pude preguntarme si alguna vez me quisiste en realidad. Ya que jamas lo dijiste. Y ahora yo me pregunto si decirlo yo tendría sentido.All Rights Reserved