Entre Luces y Saudade (MILO MANHEIM)
(MILO MANHEIM)
La humedad en Río de Janeiro se pegaba a su piel como si quisiera recordarle, a cada segundo, que estaba lejos de casa. Abril Moret, ganadora de dos premios internacionales, embajadora de marcas de lujo y protagonista de la película más esperada del año, había aterrizado hacía apenas 36 horas... y ya quería irse.
"Agenda para hoy: entrevistas, fitting, escena 12, cena con el director. Y mañana, empieza la tortura de la prensa internacional."
Su asistente hablaba sin pausa mientras caminaban por el set, pero Abril apenas la escuchaba. El ruido, el calor, los reflectores. Todo pesaba.
Hasta que lo vio.
Cámara al hombro, expresión arrogante, mirada que no se molestaba en disimular su juicio. Milo. Fotógrafo oficial de la producción. Y por cómo la miraba, parecía que estuviera retratando un desastre natural.
-¿Podrías no apuntarme con eso? -dijo ella, frunciendo el ceño.
-Podrías no parecer tan falsa -respondió él, bajando la cámara sin disculparse.
Así empezó todo.
Ella, toda control y perfección.
Él, caos con una cámara y una verdad que dolía más que el jet lag.
Y Brasil, testigo silencioso del momento en que dos personas rotas empezaron a encontrarse.
Aunque, claro, primero tendrían que odiarse un poco más.