
¿Quién lo diría? Pasamos de ser mejores amigos desde chiquitos, a ser unos desconocidos. Pasamos de jugar juntos todos los días, a que yo me pase todo el día llorando por lo mal que me tratabas en la escuela. Y, a pesar de todo lo que sucedió en el pasado, nuestros caminos decidieron volverse a cruzar, pasando de ser desconocidos a algo más.All Rights Reserved