
El desear a un santo es un completo pecado que merece una ejecución pública. Kasumi, que siempre fue conformista con la vida que llevaba jamás esperó encontrarse con "El Santo" y cuando lo hizo, cayó en el abismo del pecado. Solo el bosque lúgubre de la tierra demoniaca era la respuesta a su creciente obsesión. [Imagen de portada de mi autoría]All Rights Reserved