En un imperio donde el hierro de las cadenas ahoga más que el polvo del desierto, Lessenfeld, un plebeyo olvidado por la historia, sobrevive entre el sudor de la esclavitud y el silencio de los dioses. Pero cuando el cielo se rasga con plagas jamás imaginadas -langostas de acero devorando cosechas, soles gemelos incinerando aldeas, ejércitos que surcan las nubes como aves de muerte-, su mundo colapsa en un apocalipsis. Sobrevivir no es un triunfo, sino el inicio de una condena: arrebatado hacia los cielos, Lessenfeld es torturado durante treinta años en una prisión etérea, donde el tiempo no cura, solo desgarra.
Al borde de esa oscuridad, una voz sin rostro le concede un último deseo. No pide venganza, ni gloria, ni siquiera paz. Solo una cosa: "Que alguien me recuerde". Y así, con su último aliento, suplica que su existencia no se borre como lágrima en el mar.
Pero los dioses -o lo que quiera que fueran-, cumplen deseos con "ironía cósmica". Los recuerdos de Lessenfeld no se pierden: viajan a través del velo de los universos, implantándose en la sangre de su yo alternativo, un hombre idéntico en un mundo paralelo. Sin embargo, la herencia es un eco corrupto. Generación tras generación, sus descendientes reciben visiones fragmentadas: sueños de cielos en llamas, metralla divina, y un grito ahogado en el vacío.
Con cada era, la verdad se distorsiona.
Cinco mentes en cada época reciben los recuerdos más nítidos -¿o los más engañosos?-. Algunos ven un destino inevitable, un fin del mundo que debe aceptarse con devoción. Otros, una advertencia para rebelarse contra el futuro. Pero ¿cómo evitar una catástrofe si ni siquiera saben qué es real? ¿Fue Lessenfeld un mártir, un loco... o un mensajero de algo más antiguo que la humanidad?
Mientras las visiones se desvanecen entre mito y razón, una pregunta persigue a sus portadores:
¿El deseo de un hombre condenado es una maldición... o la semilla de la salvación?
- Cale Barrow hagamos un trato
- Cale Henitus él héroe quiere hacer un trato conmigo
Dice lleno de diversión observando cómo él contrario sonríe lleno de picardía
- Conquistemos el mundo juntos, matarás a todos los que quieras y yo obtendré mi venganza a cambio
Dice con una reverencia digna de un noble luego usa el sonido del viento y queda frente a frente de la estrella blanca, se acerca a su rostro y suelta una ligera risilla.
- También te quitaré la maldición podrás volver a amar lo que quieras, serás libre de aquellas cadenas y te daré la inmortalidad junto con todo el poder para ser un dios, abrías las puertas demoníacas y reinaras