Bajo el Mismo Cielo (TERMINADA)

Amelia, maniática del orden hasta la médula, no dejaba margen para el caos. Su vida era una sinfonía de listas de verificación, cronogramas inquebrantables y una aversión visceral a cualquier cosa que se saliera de su pulcro guion.
En la otra cara de la moneda neoyorquina, Dereck Messer navegaba por la vida con la misma soltura despreocupada con la que comentaba los triples imposibles en la cancha. Como estrella ascendente de la información deportiva de baloncesto, su encanto era tan efectivo como su análisis del juego: rápido, ingenioso y, para muchas, irresistible.

Sus caminos, destinados a no cruzarse jamás en circunstancias normales, fueron torcidos por la bienintencionada intromisión de sus amigos en común, Sebastián y Renata. Con la romántica convicción de que hasta los polos opuestos se atraen (una teoría que rara vez se aplicaba en la práctica)

Amelia lo encontró superficial y desordenado; Dereck la consideró tensa e inflexible. Ambos juraron internamente que esa sería la primera y última vez que sus órbitas se atrevían a rozarse. El universo, sin embargo, tenía otros planes en mente.