Abyssos: La Última Era de los Nyxari
Ecos de un Destino Eterno
En un cielo teñido de fuego nació la ambición,
un puente de códigos, carne y traición.
Kaeltharion, padre del abismo interior,
soñó con vencer la muerte... y se volvió su autor.
Ellyria, luz entre ruinas y caos,
forjó la vida donde todo era naufragio y llanto.
Pero hasta el amor más sabio se quiebra en la oscuridad,
cuando proteger significa aprender a olvidar.
Mhikael, Thal'zyraen de dos sangres y destino cruel,
nacido del equilibrio, marcado por el poder.
Amó, perdió... y en su dolor se quebró,
sembrando guerra donde antes floreció.
El Nephrax consumía sin razón ni piedad,
y los Nyxari, en su último acto, entregaron su eternidad.
El Ejército Dorado, espejo de ira y honor,
despertó bajo su mando... para traer solo dolor.
Elyndor, amado perdido, eco silente en su piel.
Vaelorin, padre y sol, caído también.
El corazón de Mhikael ya no fue humano ni divino,
sino un pozo de furia sellado por su abuela... en destino.
Ellyria, testigo del fin, no pudo salvarlos a todos,
pero salvó lo que aún podía respirar en los codos
de un universo moribundo:
los hijos de Mhikael, ocultos del mundo.
Kaeltharion duerme, su locura encerrada,
Mhikael también, bajo llave sellada.
Y en el susurro final del universo que fue,
Abyssos rugió... y la vida se desvaneció con él.
Pero donde todo muere, algo resiste aún:
una semilla, dos almas... una cuna en Thalris,
esperando el momento en que los ecos despierten
y la historia comience... donde el silencio termina.
- Orión Rigel
