4 parts Ongoing Hwang In-Ho siempre habÃa sido un omega reservado, alguien que no destacaba demasiado en la multitud. Pero eso no significaba que no observaba, que no sentÃa. Que no anhelaba.
Desde el primer dÃa en que vio a Seong Gi-Hun, supo que algo dentro de él cambiarÃa para siempre. Era su alfa. No habÃa otra forma de describirlo. HabÃa algo en su presencia que lo atraÃa, algo en su risa fácil, en su confianza desbordante, que lo hacÃa sentir débil y ansioso.
Pero Gi-Hun no lo veÃa. No todavÃa.
Desde su lugar en el aula, In-Ho lo observaba con una intensidad que nadie más notaba. Memorizaba cada uno de sus gestos: la manera en que pasaba una mano distraÃda por su cabello cuando estaba aburrido, cómo sus labios se curvaban en una media sonrisa cuando algo le causaba gracia, el brillo feroz en sus ojos cuando hablaba apasionadamente sobre algo. Lo conocÃa. Incluso si apenas habÃan hablado, incluso si Gi-Hun nunca le habÃa dedicado más que unas pocas palabras sin importancia.
Y eso lo frustraba.
Porque cada vez que lo veÃa hablar con otros-especialmente con otras omegas-un ardor desagradable le subÃa por la garganta, envenenándole la sangre. Era un pensamiento irracional, pero no podÃa evitarlo. Gi-Hun era suyo. Siempre lo habÃa sido.
Cuando llegaba a casa después de clases, esa obsesión no desaparecÃa.
Se encerraba en su habitación, dejaba caer la mochila al suelo y se tumbaba en la cama con un suspiro, su mente aún atrapada en las imágenes del dÃa. Cerraba los ojos y lo veÃa.
En su mente, el alfa lo querÃa con desesperación. Sus manos eran firmes y posesivas, deslizándose por su piel con devoción. Lo llamaba por su nombre con un tono grave, necesitado.
Apretaba las sábanas entre los dedos, sintiendo un escalofrÃo recorrer su espalda.
QuerÃa más.
QuerÃa que Gi-Hun lo mirara como él lo miraba. Que se diera cuenta de que nadie más lo merecÃa, de que ningún otro omega podÃa estar a su lado. Solo él.
Y si no lo entendÃa