Alex siempre ha sido esclava de su familia y de su pasado. Ha conseguido sobrellevar toda la oscuridad que tenía y la ha cambiado por simple carácter. Esa coraza y tapadera, se empieza a quebrar al inicio de su carrera universitaria, donde conoce el enemigo de su hermano y el suyo propio: William McLaggen. Un cretino, creído y estúpido que quiere llevar a Alex a la cama solo para molestar a su hermano. Pero solo hay un problema en su teoría: William no esperaba que se le lanzara encima y le dejase con unos buenos golpes, aun ser tan bajita y de apariencia frágil. Él no lo sabe, pero poco a poco irá descubriendo que, Alex, no es ni por asomo la buena y feliz chica que pretende ser.