Violet Snow nunca ha sido el centro de atención. Tímida, reservada y con una obsesión por el patinaje artístico, su mundo gira entre clases, entrenamientos solitarios y su amor por los libros. Para ella, el hielo es un refugio: donde no necesita palabras, solo equilibrio.
Noah Laurent es todo lo contrario. Seguro, talentoso, un nombre que resuena en los pasillos de la universidad. Es el mejor patinador de la facultad, y lo sabe. Lo que no tiene en técnica, lo compensa con una actitud desafiante que no deja a nadie indiferente.
Cuando cada año la universidad organiza una convocatoria para formar parejas de élite que representen a la institución en competencias nacionales, ambos son seleccionados. Dos polos opuestos, obligados a entrenar juntos, compartir rutinas... y sostenerse el uno al otro sobre el hielo.
Pero las cosas no son tan simples cuando la rivalidad se mezcla con tensión, y el roce constante despierta algo más que frustración. Porque a veces, el corazón late más fuerte cuando se empeña en negar lo que siente.
Porque aunque se detestan... no pueden dejar de mirarse.
Y a veces, amar duele más que caer.
Entre miradas frías, discusiones constantes y coreografías que rozan lo imposible, Violet y Noah descubrirán que amar puede doler... y que el hielo, por más firme que parezca, también puede romperse.
> Queda prohibida adaptaciónes o copias de esté libro.
Tatiana Walker ha pasado toda su vida sobre el hielo, perfeccionando cada salto, cada giro, cada caída, con un solo propósito: convertirse en una de las mejores patinadoras artísticas. En el hielo se siente libre, invencible... hasta que alguien irrumpe en su perfecta rutina.
Liam Rodríguez vive para la velocidad, los choques y la adrenalina del hockey. Como capitán de las Panteras del Hielo, su meta es clara: alcanzar la NHL y demostrar que nada ni nadie puede detenerlo.
Dos mundos opuestos. Dos pasiones que nunca debieron cruzarse.
Cuando Tatiana y Liam chocan -literalmente-, la rivalidad entre ellos se enciende con la misma fuerza que la atracción que intentan negar. Entre entrenamientos, desafíos y miradas que dicen más que las palabras, ambos descubrirán que el hielo puede ser tan traicionero como el corazón.
Porque entre el hielo y el fuego... ninguno de los dos está dispuesto a rendirse.