Después de años luchando contra dioses, monstruos y el tiempo, Odiseo finalmente ha regresado a Ítaca. Pero la guerra que lo espera en casa no es con espadas... sino con los recuerdos, la culpa, y los silencios del pasado.
Su trono sigue en pie. Su esposa lo recibe. Pero él... ya no es el mismo.
Una historia de dolor, redención, lazos rotos y heridas que el tiempo no se atreve a curar.
Nota de autora:
Hola, gracias por estar aquí 🧡 , quiero aclarar que Esta historia nació de una idea muy personal, pero que es inspirada en el EPIC: El Musical, un musical conceptual de nueve álbumes, escrito y compuesto por Jorge Rivera-Herrans, que narra la historia de Odiseo en su viaje de regreso a Ítaca después de la Guerra de Troya.
Donde quise explorar al Odiseo humano, vulnerable y roto... no al guerrero perfecto, Es un hombre lleno de heridas, contradicciones, y sentimientos que lo desbordan. Quise escribir sobre ese tipo de amores que no siempre son fáciles de aceptar, pero que existen. Amores que arden aunque duelan. Me costó mucho decidirme a subirla, porque tengo miedo (como muchos) de no ser leída o de no gustar. Pero decidí lanzarme, porque este mundo merece ver historias hechas con amor. Espero que te quedes, que la disfrutes, y si algo te toca el alma... déjamelo saber. Con cariño, la autora.
Las imágenes no me pertenecen, (las tome prestadas jajaja) son de sus perspectivos autores.
En los tranquilos patios de Ítaca, bajo la sombra protectora de un antiguo olivo, floreció un amor puro y secreto entre Telémaco, el joven príncipe, y Antínoo, uno de los pretendientes que alguna vez frecuentaron el palacio. Compartieron momentos robados a la vigilancia del mundo: risas, caricias y confesiones susurradas a la luz de las velas, entre caminos de pétalos y promesas silenciosas.
Cada encuentro bajo el olivo era un pequeño universo donde sólo existían ellos dos, donde la dureza del mundo exterior no podía alcanzarlos. Su amor, sencillo y profundo, se convirtió en su refugio.
Sin embargo, la calma fue efímera. El regreso de Odiseo trajo consigo la inevitable matanza que limpió el palacio de pretendientes, llevándose con ella a Antínoo. Su pérdida dejó una herida invisible pero profunda en el alma de Telémaco, un vacío que ni el tiempo ni el deber pudieron llenar por completo.
Con el paso de un año, y bajo la presión de sus responsabilidades como príncipe, Telémaco encontró un nuevo rumbo al lado de alguien más. Aunque su corazón todavía guardaba el eco de las noches compartidas bajo el olivo, eligió seguir adelante, llevando en silencio el recuerdo imborrable de su primer amor.
El olivo aún permanece en pie en Ítaca, y a veces, cuando la brisa es suave y la luna brilla alta, parece que dos figuras vuelven a encontrarse bajo su sombra.
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ESTA HISTORIA ESTA BASADA EN EL MUSICAL DE EPIC THE MUSICAL