no hay tiempo ni magia

"Hay heridas que ni el tiempo, ni la magia, pueden curar."

El frío se cuela por los pasillos vacíos de Hogwarts, como si el castillo mismo llorara a sus muertos. Afuera, la guerra terminó. Voldemort cayó. Las cicatrices, sin embargo, siguen abiertas... las visibles, y las que nadie ve.

Estoy sola en el aula que solía compartir con él. La silla en la que se sentaba aún está en su lugar, inclinada hacia la ventana, como si esperara volver a verlo. Pero no va a volver.

Lo odié por su silencio. Por su frialdad. Por cada palabra cortante que me lanzó cuando volví. Pero más que nada, lo odié por no haberme dejado entrar... hasta que fue demasiado tarde.
Y aún así, lo amé. severus

Con Remus siempre me sentí a salvo. Era como si su sola presencia apaciguara todo lo que dolía. Me hablaba con una dulzura que me desarmaba, con esa voz baja y tibia que parecía envolverme. Y cuando me miraba... lo hacía como si yo fuera lo más importante del mundo, como si pudiera verme incluso en mis partes rotas y seguir eligiéndome igual.

Sus abrazos eran mi refugio. En su pecho encontraba calma, en su risa suave, un respiro. Con él no tenía que fingir nada. Remus era mi paz, mi consuelo, mi lugar seguro. y gracias a eso lo amo.

Fui enviada aquí por una orden mayor, por la guerra, por Harry... pero terminé quedándome por esto

Cuando me marché años atrás, lo hice para sobrevivir. Cuando volví, lo hice para pelear.
Nunca pensé que perdería tanto en el camino.

Este no es el final que imaginé.
Pero es el que merecemos contar.