La huésped

Marina lleva atrapada en la misma rutina desde que comenzó a trabajar en el motel familiar, un negocio heredado por generaciones que resiste, casi olvidado, en un pequeño pueblo apartado de la ciudad. Hace meses que ningún huésped cruza la puerta y por más promociones que ofrezcan, el silencio ya se ha vuelto parte del paisaje.

Hasta que, una noche de tormenta, la vieja campana de recepción vuelve a sonar.

Una mujer misteriosa, de carácter impenetrable y con un nombre peculiar, aparece en busca de alojamiento sin brindar una fecha de partida. No da explicaciones y se mueve como si el mundo entero le perteneciera.
Su presencia desconcierta y fascina a Marina, que empieza a encontrar en ella un respiro en la monotonía... y un nuevo pasatiempo. Descubrir quién es la nueva huésped y qué oculta tras su fachada indescifrable.

Esmeralda, que hasta entonces se creía a salvo de cualquier emoción intensa, empieza a resquebrajarse ante cada gesto y cada palabra de la recepcionista que insiste en acercarse sin pedir permiso.

Una busca aproximarse lo más posible, la otra alejarse hasta desaparecer. Pero nada sale como esperaban, y lo que comienza como un vínculo tenso e improbable, pronto se convierte en una conexión imposible de ignorar.

Dos mujeres marcadas por el pasado, dos formas distintas de sobrevivir al dolor. En medio del silencio de un pueblo que duerme, descubrirán que, a veces, el amor aparece donde menos se lo espera... y justo cuando más se lo necesita.