|° Elisa Grindelwald. Hija de Gellert Grindelwald, el mago oscuro mas poderoso del mundo, llega a Hogwarts con la determinación de ser la hija ejemplar y demostrarle a su padre que ella merece llevar el apellido Grindelwald. °|
|° Narcissa Black, hija de dos magos sangre pura de la noble casa Black, llega a Hogwarts sin ninguna esperanza a Hogwarts, después de todo, en cuanto salga se casara con Lucius Malfoy aunque no sienta nada por el, ni crea poder sentirlo, pero esta decidida a seguir el plan a la perfección, estudiar, casarse, ser perfecta, es mejor que otros decidan por ella, no? °|
| "Te escribí cartas que no pude mandar, Cissy, cartas que guarde todos estos años expresándote mi dolor, mi amor, no puedes decir que te olvide, nunca lo haría, no cuando vivez día y noche en mi corazon" |
| "Dos almas se encuentran, sin saber que se necesitan, sin saber en el vinculo que formaran, sin saber que sus almas son una sola, no es cliché, no es ridículo, Eli, es hermoso, es....belleza en un mundo lleno de fealdad" |
Contenido Maduro, mención de SA, PSTD, Violencia, Problemas familiares y menciones de SH. Si puede ser sensible ante estas cosas, recomiendo no leer.
Ella era luz.
No esa luz que ciega, sino la que te abraza sin que lo notes.
Como el sol que se cuela suave entre las hojas en otoño,
o ese brillo dorado que se queda en la piel después de reír hasta que duele.
Él era sombra, pero con un encanto imposible de ignorar.
Un torbellino hecho de sonrisas rotas y valentía temeraria,
el tipo de chico que entra a una habitación y, sin querer, hace que todo se incline hacia él.
Incluido el destino.
Elara Scamander, una Hufflepuff con alma de bosque,
nieta de un magizoólogo famoso y soñadora incurable,
prefiere los rincones tranquilos, los cuadernos llenos de dibujos,
y las personas que deciden quedarse.
Sirius Black, heredero de un apellido pesado, casi como una maldición,
lleva en el pecho un corazón lleno de ruido,
de ideales rebeldes y promesas que nunca aprendió a cumplir.
Nunca debieron mirarse.
Pero lo hicieron.
Una vez. Dos veces. Mil.
Y aunque sus mundos parecían opuestos,
cada roce, cada palabra, fue una chispa
en el incendio que estaban destinados a encender.
Porque a veces, el caos y la calma no se destruyen...
se enamoran.
Bienvenidos a la historia de Sirius y Elara.
A la teoría del caos y la miel... donde todo comenzó con una mirada.