La excepción a la regla

Cuando Lara Bennett consigue trabajo en el bufete legal más prestigioso del país, no imagina que su primer día coincidirá con un escándalo mediático: el director general ha sufrido un infarto, y su hija -Samantha Sinclair, recién llegada de Nueva York- asume el mando en medio del escepticismo de la prensa y la incomodidad de todos los socios.

Brillante, distante y controladora, Samantha no hace ningún esfuerzo por caer bien. Y aunque Lara intenta mantenerse al margen, no puede evitar pensar que tiene delante a una clásica nepobaby: privilegiada, fría y con el puesto servido en bandeja.

Las tensiones entre ellas son inmediatas. Sus formas de trabajar chocan, sus silencios incomodan, y sus palabras -afiladas, a veces irónicas- se cruzan con más frecuencia de la que deberían.
Pero con el paso de los días, Lara empieza a ver lo que nadie más parece notar: que Samantha no solo carga con un legado, sino con la soledad que este impone. Y Samantha, que ha pasado años blindándose, empieza a esperar -sin querer admitirlo- la voz irreverente de Lara en medio de tanto mármol y miedo.

No hay cláusula que prevea lo que pasa cuando el corazón entra en juego.
Y lo peor es que ambas lo saben.