𝑇𝑟𝑎𝑖𝑐𝑖𝑜𝑛 𝑦 𝑠𝑎𝑛𝑎𝑐𝑖𝑜𝑛 𝑎𝑚𝑜𝑟𝑜𝑠𝑎

México y Rusia eran la pareja perfecta. Su amor parecía inquebrantable, un lazo sólido que nada ni nadie podía romper. Caminaban juntos por la vida, compartiendo sueños, proyectos y promesas que creían eternas. Pero poco a poco, la calidez de Rusia comenzó a desvanecerse.

Una tarde, sin rumbo claro, México . Frente a sus ojos, lo impensable: Rusia y Perú besándose, entregados en un instante que lo destruyó todo.

Destrozado, México buscó consuelo
-Yo lo hubiera perdonado, Chile -sollozó-. Te juro que lo hubiera perdonado si tan solo me hubiera buscado... si me hubiera pedido perdón.