¡Siempre serás tu!

Su-hoo no penso que encontraría a su Omega en esa universidad, ni mucho menos que lo encontraría siendo lastimado en el vestidor de los hombres.

Pensó que tardaría en encontrar a la persona que estaría con el toda la vida, sin embargo no fue así, su pequeño Omega estaba tirado en el suelo mientras trataba de recuperarse del golpe que el alfa había dado unos segundos antes de que el entrará, el jamás pasaba su límite, pero eso fue suficiente para perder el control y pelear con el otro alfa, ocurriendo que ocupará por primera vez su voz de alfa y la fuerza sin límites.

Pero que más da, era su Omega, era de el y nadie más podría lastimarlo.

-¿Su-hoo, siempre seré yo?- el Omega pregunto con esos ojos tan bonitos y llenos de vida, esos ojos que apartir de que llegó su-hoo pudieron tener vida de nuevo.

El alfa sonrió y sintió una presión en su pecho, es como si se inflama de tanto amor y ternura para el.

-Sieun Omega, ya lo habías hablado nunca dudes del amor y cariñoPero si tengo que repetirlo asta el último día de nuestras vidas, si siempre serás tu....