– Hola, soy Annie – me saluda sonriendo – ¡Ah!, hola, yo soy Zoe – me agarro desprevenido y no sabia que decir – Disculpa mi risa, es inevitable – No te preocupes, de hecho, ¿sabias que la risa es el lenguaje del alma? – ¡Apágate!, y mejor bébete un trago – me dice Annie sonriendo Y así comienza todo... sin pensar en el lugar, hora, minuto, sin buscar nada, el amor de su vida ha llegado. Dos personas tan distintas y tan compatibles.All Rights Reserved